Con el corazón hecho pedazos, los compañeros de los jóvenes que murieron en el trágico accidente de bus en Antioquia regresaron al lugar donde todo se detuvo. Allí, entre lágrimas y silencio, recordaron los sueños, las risas y las metas que quedaron suspendidas para siempre. Ese punto de la carretera se convirtió en un altar improvisado de dolor y memoria.
El accidente, ocurrido cuando el bus que transportaba a los estudiantes perdió el control y se precipitó en una curva, dejó un saldo fatal que aún conmueve a la comunidad educativa y a las familias. Las autoridades confirmaron que varios jóvenes fallecieron en el hecho y otros resultaron gravemente heridos, lo que desató una ola de solidaridad y reclamos por mayor seguridad en las vías del departamento.
Los sobrevivientes y compañeros de las víctimas realizaron un homenaje en el lugar del siniestro, llevando flores, velas y mensajes de despedida. “Aquí quedaron nuestros sueños rotos”, expresó uno de los estudiantes, mientras abrazaba a sus amigos en medio de la tristeza. El acto se convirtió en un recordatorio eterno de vidas jóvenes que se apagaron demasiado pronto.
