En las redes sociales y en las tertulias políticas del país, la pregunta se repite con insistencia: ¿qué pasaría con el petrismo si Abelardo De La Espriella llegara a ser presidente? El abogado, conocido por su estilo directo y polémico, ha venido posicionándose como una de las figuras más visibles de la oposición, generando expectativa entre quienes ven en él un posible ganador en las elecciones de 2026.
Aunque todavía no ha ganado, De La Espriella ha recorrido varias ciudades presentando propuestas que van desde decretos inmediatos para reforzar la seguridad, hasta planes para atraer inversión y “poner orden” en la economía. Sus discursos han calado en sectores inconformes con la gestión de Gustavo Petro, marcada por tensiones diplomáticas y reformas que no han avanzado al ritmo esperado. Esa narrativa ha alimentado la idea de que podría convertirse en un candidato fuerte y, eventualmente, en presidente.
El debate no es menor: mientras el petrismo defiende sus políticas sociales y busca mantener cohesión, la posibilidad de que De La Espriella gane abre un escenario de incertidumbre. Para unos sería el fin de un ciclo político; para otros, el inicio de una confrontación aún más dura. Lo cierto es que, en este momento, la pregunta refleja el pulso ciudadano y la polarización que atraviesa Colombia, donde las elecciones se perfilan como un punto de quiebre en el rumbo del país.
