Las limitaciones solo existen en la mente. Esta es la historia de cuatro amigos que viven con síndrome de Down y que, desde siempre, compartieron el mismo sueño: trabajar, aprender y salir adelante. Sin embargo, cada vez que tocaban puertas, se las cerraban. Nunca lograron conseguir un empleo, hasta que un día se cansaron de esa situación y decidieron creer en ellos mismos.
Cada uno tenía ahorros, ideas y las ganas de crear algo propio. Un día juntaron el dinero, las propuestas y la motivación, y así nació su pizzería. Al inicio fue pequeña, levantada con cariño, esfuerzo real y unas manos que nunca dejaron de confiar en sí mismas. Como todo emprendimiento, las primeras semanas fueron duras, pero poco a poco los clientes comenzaron a regresar después de probar sus pizzas.
El sueño de estos cuatro amigos se volvió tan real que pronto empezaron a recibir pedidos para eventos, cumpleaños, fiestas y reuniones familiares. Su pizzería creció y hoy no paran de trabajar. Son una prueba viviente de que el rechazo no define a nadie, y de que la inspiración y la perseverancia pueden transformar cualquier historia.
