La política cordobesa se sacudió con la sorpresiva inclusión de Saray Robayo Bechara y Julio Chagüi Flórez en la lista inicial al Senado por el Partido de la U, pese a que sus nombres habían sido previamente descartados. La decisión genera interrogantes sobre las verdaderas aspiraciones de ambos y las estrategias que se tejen en Córdoba, en medio de rumores de reservas de cupos y alianzas, a pocos días del cierre oficial para modificar las listas.
En el caso de Saray Robayo, actual representante a la Cámara, su trayectoria ha estado marcada por anuncios y repliegues. Hace un año manifestó su intención de llegar al Senado, pero su embarazo y los problemas judiciales de su pareja, el contratista Emilio Tapia, frenaron la aspiración.
En semanas recientes se dijo que esperaría hasta 2027 para lanzarse a la Gobernación de Córdoba; sin embargo, su aparición en la casilla 5 de la U siembra dudas. Presuntamente, Robayo no sería candidata efectiva, sino que estaría reservando el lugar para un aliado político, algo que solo se confirmará el próximo 15 de diciembre, fecha límite para ajustes en las listas.
Por su parte, Julio Chagüi Flórez revive como “ave fénix” en la casilla 14 de la U, luego de múltiples especulaciones sobre su futuro político. Se habló de un paso a la Cámara, de un retiro para dar espacio a su prima Ruby Chagüi Spath en el Centro Democrático, e incluso del respaldo pleno de la casa Chagüi a Jorge David “Davo” Pastrana.
Todo cambió la noche del sábado, cuando su nombre reapareció en la lista, en una jugada atribuida a Elber Chagüi Spath, jefe del movimiento familiar. La decisión, sin embargo, podría dividir la votación del grupo y poner en riesgo el espacio que mantienen en el Congreso desde 2018.
