En San Antero ya sabemos que, cuando se acercan las elecciones, algunos personajes presuntamente desempolvan el mismo libreto de siempre: subasta pública de votos, martillo en mano y tarifa al mejor postor. Y, cómo no, en esta oportunidad el protagonista volvería a ser, según versiones locales, el de siempre: el exalcalde Lormandy Martínez, el hombre que habría convertido la política local en un remate permanente donde lo único que nunca se remata es su propio beneficio.
Porque sí, aunque jure y rejure que no va con la mujer de Orlando Benítez, ya estaría montado en ese bus, pagando peaje con los votos del pueblo y cobrando tiquete en miles de millones. Decía por las calles del pueblo y todo el departamento de Córdoba lo escuchó que no votaba por ella… pero se comenta que la negociación habría superado los más de $1.500 millones, y, claro, nada es de piedra y todo se sabe.
Y mientras tanto, los líderes, esos que sí ponen la cara, que ponen la gente, que ponen el trabajo, se quedarían mirando cómo pasan los billetes… para la casa ajena. Así se dice que chantajeó a los Calles en las elecciones pasadas, para aumentar el apoyo económico de esta familia política, para que al final los apoyara con los votos de los sananteranos, que según algunos se han convertido en su chiquero.
Pero la cosa no para ahí. Hace unos días, se habría visto andaba como loco llamando al senador Julio Chagüi para que hablara con su jefe, el gran Elver Elías, y meterle “mono”, ofreciéndole la votación a Cámara. Como quien ofrece una finca que no es suya, pero igual la muestra, cobra arriendo y hasta promete piscina.
Solo que ahora una fuente del Partido Liberal nos habría confirmado que ya firmó con el exgobernador Orlando Benítez para apoyar a su esposa Martha Ruíz a la Cámara. Y que el negocio —perdón, el apoyo político superaría presuntamente los más de $1.500 millones.
Uno no sabe si reír o llorar. Quizá lo mejor es reír… porque tomárselo en serio sería ofensivo para la inteligencia.
Uno entiende que el cacique político de San Antero, Lormandy Martínez, viene de ser derrotado por segunda vez por su papá en la política, el actual alcalde de San Antero Dennys Chica Fuentes; la primera vez lo derrotó con su esposa Chela y en las elecciones pasadas con el candidato Julio Díaz, y Dennys Chica dice que si se vuelve a presentar en las próximas elecciones, vuelve y lo derrota. Pero la política no puede ser el instrumento para jugar con la gente y venderlo como puercos.
Porque no nos engañemos: el problema no es que negocie cada quien con su ética, sino que presuntamente juega con las ilusiones de la gente. Promete empleos, puestos, contratos, proyectos, asistencias, soluciones… Y al final, cuando todo se cierra, el único que sale ganando es él y su familia.
Los demás se quedan con la mano estirada… y el cuento repetido: “tranquilos, viene algo grande”.
Sí, viene grande… pero para él.
San Antero ya necesita dejar de ser la finca de Lormandy Martínez Durán, de quien se cree que la dignidad se compra por kilo y que la esperanza de la gente es una ficha más en su tablero de negocios.
Porque si a estas alturas todavía hay quien dude de que ciertos personajes viven de vender elecciones como quien vende pescado en la playa, solo basta mirar el panorama: millones van, millones vienen, líderes usados, gente decepcionada… y el mismo de siempre sonriendo con el negocio cuadrado.
Ya va siendo hora de decirlo sin rodeos:
El pueblo no puede seguir siendo mercancía, ni la política un remate, ni San Antero la caja menor de nadie. Hay que castigarlos en las urnas.
Nuestro mensaje para los sananteranos es: que no se presten para esta presunta vagabundería del exalcalde Lormandy Martínez, que en elecciones sería, según se comenta, el único que saca buen provecho: $1.500 millones para Cámara y $1.500 para Senado. Es una gruesa suma para seguir siendo un presunto comerciante de votos. Porque $3.000 millones después de haber perdido las elecciones de alcaldía no es un mal negocio, donde solo gana él y al pueblo no le queda nada.
