En el condado de Benton, Arkansas, la policía arrestó a Darien Urban, de 21 años, y a Shalene Ehlers, de 20, luego de que intentaran vender a su hijo de apenas dos meses por 1.000 dólares y un paquete de seis cervezas. El hecho ocurrió en un camping, donde un testigo alertó de inmediato al Sheriff local. Gracias a esa denuncia, el pequeño fue rescatado y trasladado a un hospital para recibir atención médica, antes de quedar bajo custodia del Departamento de Servicios Humanos.
Las autoridades encontraron una carta firmada por los padres en la que cedían “sus derechos” sobre el niño a cambio del dinero. Sin embargo, el supuesto comprador nunca les entregó efectivo, aunque sí les dio varias cervezas y un cheque falso. La escena, que parece sacada de una historia increíble, terminó en un operativo policial que evitó que el bebé quedara en manos ajenas.
El caso generó indignación. Hoy el bebé está a salvo, pero su historia refleja una dura realidad: no todos los niños comienzan su vida rodeados del cuidado y el amor que merecen.
