El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender la polémica al declarar desde el Despacho Oval que “Colombia tiene fábricas de cocaína” y que se sentiría orgulloso de destruirlas. Sus palabras llegan en un momento de alta tensión en el Caribe, donde desde agosto las fuerzas estadounidenses han bombardeado embarcaciones señaladas de transportar droga hacia Norteamérica, dejando más de 80 muertos en esas operaciones.
El presidente Gustavo Petro calificó los ataques como asesinatos injustificados y denunció que se trata de una estrategia que viola la soberanía regional. Las críticas desataron la furia de Trump, quien respondió acusando a Petro de narcotraficante, revocándole la visa y sumándolo a la lista Clinton, medida que prohíbe realizar operaciones comerciales y financieras en Estados Unidos.
El despliegue militar ordenado por Trump en el Caribe incluye buques de guerra, submarinos nucleares y el portaviones USS Gerald R. Ford, con más de 4.000 marineros y aeronaves de combate. Según el mandatario, estas acciones buscan frenar el narcotráfico que, asegura, ha cobrado millones de vidas en su país. Mientras tanto, Petro advierte que cualquier intento de ataque en territorio colombiano sería considerado una invasión y una ruptura de la soberanía nacional.
