El presidente Gustavo Petro volvió a apuntar con dureza contra la administración estadounidense durante su paso por la COP30 en Belém do Pará. En un mensaje difundido en X aseguró que el negacionismo climático en EE. UU. pone en riesgo a regiones enteras como Texas y Florida. El mandatario planteó además que la falta de diálogo con Washington empuja a América Latina a proponer soluciones propias de energía limpia.
Petro subrayó que América Latina puede ofrecer energía renovable para ayudar a “descarbonizar” la matriz eléctrica estadounidense y reducir flujos migratorios y delictivos. Criticó con dureza lo que llamó una “nebulosa mental” en el gobierno federal norteamericano, que, según él, está anestesiado por desinformación y “el olor al petróleo”.
La respuesta en Washington aún no se traduce en un pronunciamiento oficial, pero el episodio vuelve a tensionar la ya fracturada relación bilateral tras sanciones, listas y reproches mutuos. Analistas advierten que el tono beligerante de Petro complica el terreno diplomático para acuerdos técnicos sobre clima y comercio energético.
En el plano doméstico, la salida de Petro en la COP30 alimenta a la oposición que acusa al gobierno de diplomacia errática y de poner en riesgo asociaciones económicas clave. El Gobierno insiste en que su propuesta es pragmática: atraer inversión en energías limpias que genere empleo y reduzca dependencia fósil.