El país sigue estremecido por la historia de María José Ardila, la joven de 23 años que falleció tras participar en un reto de licor dentro de una discoteca en Cali. Su padre, Andrés Ardila, rompió el silencio y reveló los dolorosos momentos que vivió al ver cómo su hija se apagaba lentamente mientras los médicos intentaban salvarla.
Según su relato, en el lugar donde ocurrió la tragedia no había paramédicos ni ambulancia, y nadie de la discoteca la ayudó a trasladarse al hospital. “La vi morir tres veces; los médicos hicieron todo lo posible”, dijo con la voz quebrada. La joven habría estado más de 20 minutos sin oxígeno, lo que le provocó muerte cerebral.
Andrés contó que su hija participó en un peligroso concurso que ofrecía un premio de $1.500.000 al que soportara más tragos. “Era una locura. Un sinfín de tragos, shots, aguardiente y cerveza. Nadie se lo ha ganado, y nadie lo hará”, denunció. Para él, lo ocurrido fue una clara muestra de irresponsabilidad y negligencia.
La indignación aumentó cuando se supo que, tras su muerte, el establecimiento habría subido el premio a $2 millones, gesto que la familia consideró una burla a la memoria de María José.