En medio de los disfraces, las calabazas y los dulces típicos de Halloween, un joven costeño decidió romper el molde y regalar bollos limpios a los niños de su edificio, desatando una ola de ternura y risas en redes sociales. El video, compartido en TikTok, ya supera las 46 mil reproducciones y acumula cientos de comentarios que celebran la originalidad del gesto. “No tengo dulces, pero yo soy costeño, le voy a regalar un bollo limpio a cada uno porque acabé de llegar de Barranquilla”, dice entre risas mientras reparte los tradicionales envueltos a los pequeños disfrazados.
Lejos de decepcionarse, los niños recibieron con entusiasmo el detalle, agradeciendo entre risas y hasta pidiendo acompañamientos como queso y huevo para el desayuno. El protagonista explicó que la escena ocurrió hace dos años, pero decidió compartirla nuevamente este 31 de octubre para invitar a sus seguidores a convertir el gesto en una tradición costeña. “Los quiero cantando ‘Trik triki Halloween, quiero bollos limpios para mí’”, escribió en tono humorístico.
La publicación ha sido celebrada por usuarios de todo el país, quienes destacan el valor de rescatar costumbres locales en medio de celebraciones globalizadas. Para muchos, el bollo limpio se convirtió en el dulce más auténtico del día, y el video en una muestra de cómo el sabor del Caribe puede transformar cualquier festividad.
Este gesto no solo despertó sonrisas, sino también una reflexión sobre la identidad cultural y la creatividad popular. En tiempos de disfraces importados y dulces industriales, regalar bollos limpios se convirtió en un acto de cariño, humor y resistencia cultural. ¿Quién dijo que Halloween no podía tener sabor a tradición?