El presidente Donald Trump rompió el silencio y desmintió los rumores sobre un supuesto plan militar contra Venezuela. En declaraciones a bordo del Air Force One, el mandatario fue tajante: “No hay ataques planeados”. Sin embargo, sus palabras no lograron calmar las especulaciones que corren desde hace días sobre una inminente ofensiva estadounidense en el Caribe.
Los informes de medios estadounidenses aseguraban que Washington ya tenía identificados blancos estratégicos en territorio venezolano, incluyendo puertos, pistas aéreas y bases navales supuestamente usadas para el narcotráfico del régimen de Nicolás Maduro.
El despliegue de buques y aviones de combate estadounidenses en el Caribe sigue activo, y las cifras son alarmantes: más de 60 muertos y 14 embarcaciones destruidas en lo que el Pentágono llama una “operación antidrogas”. Aun así, el mensaje de Trump dejó más dudas que certezas sobre el verdadero alcance de sus movimientos militares.
Mientras tanto, en Caracas, el silencio del régimen chavista resulta tan ruidoso como las turbinas de los cazas norteamericanos.