En un operativo adelantado por la Policía en zona rural de Campamento, Antioquia, cayó alias Guillermino o Zarco, señalado como el principal explosivista del frente 36 de las disidencias de las Farc y uno de los responsables del ataque con explosivos al helicóptero de la institución en Amalfi, donde perdieron la vida 13 uniformados. En la acción también murió alias Román, otro de los cabecillas de la estructura criminal, y se incautó material de guerra y explosivos que estaban en su poder.
El golpe contra esta red ilegal ocurre poco más de dos semanas después del atentado que estremeció a Antioquia y al país. Según las autoridades, alias Guillermino habría preparado el campo minado que fue activado en el momento en que la aeronave aterrizó, dejando a la tripulación sin posibilidad de reacción. La operación policial se desarrolló en la vereda El Manzanillo, un sector donde las disidencias mantienen fuerte presencia y control.
Aunque el Gobierno de Gustavo Petro insiste en avanzar con su política de “paz total”, este hecho refleja las tensiones que persisten en las zonas rurales con presencia de grupos armados. La captura de cabecillas y la incautación de armamento muestran avances, pero también dejan al descubierto la vulnerabilidad de las tropas en terreno y la compleja realidad que enfrenta el país en medio de los intentos de diálogo con estas estructuras ilegales.