Armando Benedetti, jefe de despacho de la Presidencia, se ha consolidado como el funcionario más poderoso de la Casa de Nariño. Mientras el presidente Gustavo Petro estuvo de gira por el Medio Oriente esta semana, Benedetti se encargó de organizar las labores en Palacio, convocando 21 mesas técnicas con los ministerios para exigir respuestas sobre el cumplimiento de las promesas de campaña.
La relación cercana entre Petro y Benedetti se explica en parte por el vasto conocimiento y poder que el excongresista barranquillero posee. Benedetti no solo coordina la agenda del presidente, una responsabilidad que suele estar bajo la supervisión del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre), sino que también tiene poder de decisión en esa área.
Durante la ausencia de Petro, Benedetti demostró su capacidad de gestión y liderazgo, haciendo que muchos se cuestionen el alcance de su influencia en el gobierno. Su habilidad para manejar asuntos clave y su cercanía con el presidente lo han convertido en una figura esencial en la administración actual.
El excongresista es ampliamente solicitado por quienes buscan una cita con el presidente, consolidando aún más su papel como uno de los principales arquitectos del gobierno de Petro. La estrecha relación entre ambos ha llevado a muchos a concluir que Benedetti es una pieza fundamental en la Casa de Nariño.