Petro se volvió loco, anunció el fin del TLC con Israel y hará cambios con el de EE.UU.; pagarán los platos rotos los empresarios

El pasado lunes, el presidente Gustavo Petro sorprendió con un anuncio que sacude el panorama económico: Colombia romperá el Tratado de Libre Comercio con Israel y ajustará el acuerdo que mantiene con Estados Unidos desde hace más de diez años. La decisión se enmarca en una nueva hoja de ruta que busca transformar el modelo productivo del país, apostando por una economía más limpia y menos dependiente del carbón.

Durante su intervención, Petro dejó claro que los productos que generen emisiones de CO₂, como maquinaria y vehículos contaminantes, tendrán que pagar aranceles. En cambio, los que no contaminen, sin importar su origen, quedarán exentos. Además, lanzó una advertencia a las empresas carboneras: deberán vender sus concesiones, ya que, según el mandatario, el valor está en la infraestructura y no en el carbón.

El anuncio llega en un momento clave, cuando el país busca alinearse con metas ambientales más ambiciosas y repensar su papel en el comercio internacional. Con esta movida, el Gobierno busca incentivar tecnologías limpias y marcar distancia de modelos extractivistas. Aunque la medida ha generado debate, es parte de una estrategia más amplia para rediseñar la economía colombiana con enfoque verde y sostenible.