Lo que empezó como un viaje de despedida para los estudiantes de grado 11 del Liceo Antioqueño de Bello, terminó en una pesadilla. En la madrugada del domingo 14 de diciembre de 2025, el bus que los transportaba de regreso desde Coveñas se precipitó por un abismo en la vía entre Segovia y Remedios. El saldo fue devastador: 16 jóvenes perdieron la vida y al menos 20 personas resultaron heridas, entre ellos un guía y los conductores. El ambiente se apagó de golpe, dejando a familias enteras sumidas en el dolor.
Los protagonistas de esta historia eran chicos que estaban a punto de graduarse, con sueños por cumplir y caminos por recorrer. El accidente ocurrió en una zona conocida como El Chispero, un tramo complicado por su geografía y condiciones viales. Según los primeros reportes, el bus habría perdido el control en una curva pronunciada, cayendo por un barranco. Aunque las autoridades aún investigan las causas exactas, se habla de posibles fallas mecánicas y exceso de velocidad. El gobernador Andrés Julián Rendón visitó a los sobrevivientes en el hospital de Remedios y ofreció apoyo a las familias afectadas.
Hoy, el país entero se une al luto de Bello. Las redes sociales se han llenado de mensajes de solidaridad, y en el colegio se han realizado homenajes para recordar a quienes ya no están. La imagen de la “Promoción 2025” con la cinta negra y el mensaje “Volando alto, más allá de las estrellas” se ha convertido en símbolo de esta pérdida irreparable. Esta tragedia no solo deja una herida profunda, sino también un llamado urgente a revisar las condiciones de seguridad en los viajes escolares. Porque ningún sueño debería apagarse en el camino.
