Un hombre identificado como Leonardo confesó que durante tres años pagó religiosamente $600 mil mensuales de arriendo sin saber que el dinero iba directo al bolsillo de su propia pareja.
El engaño salió a la luz cuando el hombre revisó unos papeles en la vivienda y encontró la escritura de la casa a nombre de su mujer. “Siempre me dijo que era de una señora del centro y yo le creí”, contó sorprendido, sin imaginar que estaba financiando su propio hogar.
La historia se ha vuelto viral en redes, donde abundan los comentarios entre burlas y apoyo al afectado. Muchos lo han bautizado como “el inquilino del amor”, mientras otros aseguran que es “la mejor jugada maestra del año”.
Aunque el caso no pasó a mayores, ha generado todo tipo de debates sobre la confianza en pareja y el manejo del dinero en las relaciones.
