En plena fiesta taurina, en Soplaviento Bolivar, un garrochero protagonizó el momento más inesperado de la jornada. Montado en su caballo, se preparaba para colocar la banderilla al toro, como dicta la tradición de este tipo de espectáculos. Sin embargo, lo que debía ser un acto de destreza terminó en un accidente que dejó a todos los asistentes sorprendidos.
El hombre, en medio de la tensión y el movimiento del animal, perdió el control y la banderilla terminó clavada en su propia oreja. El hecho ocurrió frente a la multitud que presenciaba la corrida, generando un silencio inmediato y luego una mezcla de susto y desconcierto. La escena fue registrada por varios espectadores y rápidamente comenzó a circular en redes sociales.
La reacción no se hizo esperar: mientras algunos criticaron la práctica taurina por los riesgos que implica tanto para los animales como para los participantes, otros se enfocaron en la valentía del garrochero y en la rapidez con la que fue atendido. El accidente se convirtió en tema viral, recordando que en estas fiestas populares la adrenalina puede dar un giro inesperado y convertir la celebración en noticia nacional.
