La representante a la Cámara, Jennifer Pedraza, ha liderado el seguimiento político al caso de Juliana Guerrero, joven que ascendió rápidamente en el Gobierno hasta ser postulada como viceministra de Juventudes. Sin embargo, su carrera se vio abruptamente frenada por un escándalo que involucra la presunta falsificación de su título profesional.
La Fundación Universitaria San José anuló oficialmente el título de contadora que Guerrero ostentaba, al no encontrar registros de actividades académicas ni evidencia de que hubiera presentado las pruebas Saber Pro, requisito indispensable para graduarse en Colombia.
Pedraza ha denunciado el caso ante la Fiscalía, señalando la posible comisión de fraude procesal y falsedad en documento público. Según la congresista, el caso no solo revela una falta de méritos para ocupar un cargo de alto nivel, sino que podría ser parte de una red más amplia de corrupción académica.
“Podemos estar frente al temido cartel de los títulos falsos”, advirtió, subrayando que este tipo de irregularidades pone en riesgo la legitimidad de las instituciones públicas y la confianza ciudadana.
La gravedad del caso se intensifica al considerar que el viceministerio de Juventudes participa en la ejecución de recursos clave del Ministerio de la Igualdad.