Una organización especializada en la prevención de agresiones sexuales, Stopso, sugirió que las personas con trastornos de pedofilia, compraran muñecas con rostros de niñas para reducir las cifras de menores agredidos sexualmente.
La ONG ha enfrentado fuertes críticas, que la señalan de alimentar el deseo de estos agresores potenciales; varias agencias encargadas de velar por la integridad de los menores hicieron un llamado para que estas muñecas sean prohibidas.
Sin embargo, se evidenció que más de 123 muñecas con esta peculiaridad, han sido vendidas a través de internet a compradores del Reino Unido. Según Wales Online, un diario británico, estas fueron incautadas al llegar a a su destino.
Se pudo demostrar gracias a las investigaciones realizadas por la Policía, que siete de los compradores tenían en sus computadores pornografía infantil. El que más llamó la atención y ha sido el más reconocido en el Reino Unido, fue el caso de uno de estos compradores, un profesor de primaria, David Tumer, quien además de tener el material pornográfico, que muestra a menores en pleno acto sexual.
El juez encargado del proceso afirmó que, “cualquier persona en sus cabales, encontraría obscenas estas muñecas”. Actualmente el profesor se encuentra arrestado, tras enfrentar un juicio el pasado noviembre, cuando intentó entrar una muñeca de China al País.