En plena campaña presidencial, Iván Cepeda lanzó desde Tierralta, Córdoba, una propuesta que busca poner el acceso al agua potable en el centro de la agenda rural. El candidato del Pacto Histórico advirtió que más de la mitad de la población campesina vive sin un servicio digno, lo que calificó como una de las injusticias más grandes del país. Su idea es que el agua se convierta en el punto de partida para una transformación profunda del campo colombiano.
Durante su intervención, Cepeda explicó que la gestión del recurso hídrico debe ser pública y comunitaria, con transparencia y control social, y cuestionó los contratos prolongados con operadores privados que, según él, no han respondido a las necesidades de las regiones. “La infraestructura hídrica debe adaptarse a cada territorio”, señaló, insistiendo en que el modelo actual no garantiza soluciones reales para las comunidades rurales.
El aspirante también reiteró su compromiso con la protección de las familias campesinas, asegurando que no permitirá nuevos despojos de tierras ni de animales, y que continuará con la entrega de predios, siguiendo la línea del actual gobierno. Cepeda definió su propuesta como una “revolución agraria” que busca construir territorios prósperos, libres de narcotráfico y minería ilegal, y conectados con los mercados urbanos e internacionales.
