El secuestro de 18 soldados en el departamento del Chocó, confirmado por la Decimoquinta Brigada del Ejército mientras realizaban operaciones contra el ELN, ha desatado una tormenta política en el país. La noticia, que revive los fantasmas de la violencia y la vulnerabilidad de la tropa en zonas de conflicto, fue aprovechada por el abogado Abelardo De La Espriella para lanzar duras críticas contra el presidente Gustavo Petro y el senador Iván Cepeda, a quienes señaló como “enemigos históricos de la Fuerza Pública”.
De La Espriella aseguró que tanto Petro como Cepeda “vienen de las entrañas de la guerrilla” y que sus proyectos políticos han debilitado a las instituciones militares. Según sus palabras, el primero “allanó el camino para castrarlas con la falsa paz y la persecución judicial”, mientras que el segundo “las diezmó en capacidades, número y moral”. Para el abogado, el secuestro de los uniformados es la prueba de que el país ha regresado a los aciagos días en que los héroes de la patria estaban a merced de los grupos terroristas.
El jurista prometió que en un eventual gobierno suyo estas situaciones no volverán a ocurrir, pues sus órdenes serían “enfrentar y atacar al terrorismo con toda la fuerza que nos dan las armas del Estado, amparadas en la Constitución y la ley”. En su discurso, apeló a la esperanza de que “pronto cesará la horrible noche y llegará el 7 de agosto para recobrar la dignidad y la libertad”, en clara alusión a la próxima contienda electoral y a la necesidad de un cambio de rumbo en materia de seguridad.
