Una historia que circula en redes sociales puso en el ojo público a Roberto Emmanuel de la Cruz, chofer de una ambulancia en Dajabón, República Dominicana. En las imágenes se le ve detenido comiendo mientras trasladaba a un paciente, lo que generó críticas inmediatas y abrió un debate sobre la responsabilidad en los servicios de emergencia.
El propio conductor explicó que tomó la decisión porque el paciente no estaba en estado grave y él se sentía mareado, ya que no había comido y debía consumir medicamentos. Reconoció que “está mal lo que hice”, pero insistió en que actuó pensando en su salud para poder continuar con el traslado. Sus palabras buscaron dar contexto a un hecho que rápidamente se viralizó y dividió opiniones.
La polémica llevó a su suspensión inmediata, aunque días después el alcalde de Dajabón levantó la sanción tras escuchar sus argumentos y le permitió retomar su puesto. El caso dejó en evidencia la tensión entre la exigencia de un servicio médico impecable y las condiciones humanas de quienes trabajan en primera línea, recordando que detrás de cada uniforme también hay personas con necesidades básicas.
