El presidente Gustavo Petro sorprendió al revelar en su cuenta de X que fue nominado a un “premio Nobel alternativo de Economía”, nominación que aseguró haber aceptado. Aunque el mandatario aclaró que su verdadero interés no es el galardón, sino la publicación de un libro de teoría económica en su retiro, la noticia generó debate inmediato en la opinión pública. Petro insistió en que su obra abordará la crisis climática, el capital y la necesidad de una economía descarbonizada, apoyada en su experiencia como gobernante.
En su mensaje, Petro cuestionó la legitimidad de los premios internacionales, afirmando que “los premios los da la humanidad” y criticando que en ocasiones se entreguen a personas responsables de asesinatos. Con ello, buscó marcar distancia de los reconocimientos tradicionales y posicionar su nominación como un acto simbólico más que como un triunfo personal.
El mandatario aprovechó para rendir homenaje al expresidente uruguayo José ‘Pepe’ Mujica, a quien describió como un referente moral y político en América Latina. Según Petro, Mujica transformó la lucha por el socialismo en una lucha más amplia “por la vida de la humanidad”, visión que también atribuyó a líderes como Fidel Castro. Estas referencias, cargadas de simbolismo, reforzaron el tono ideológico de su discurso.
Finalmente, Petro sostuvo que la contradicción central ya no es entre capital y trabajo, como planteó Karl Marx, sino “entre el capital y la vida misma”. Con esta afirmación, el presidente buscó dar sustento teórico a su propuesta de una nueva economía, mientras advertía que las derrotas electorales pueden convertirse en victorias históricas y que las juventudes serán clave para corregir los errores políticos.
