El uribismo definió el lunes 15 de diciembre su carta presidencial: Paloma Valencia, senadora y abogada payanesa de 47 años, será la encargada de representar al Centro Democrático en la contienda electoral de 2026. La decisión sorprendió a varios sectores, pues se esperaba que María Fernanda Cabal fuera la elegida. Sin embargo, los resultados de dos encuestas, una dirigida a la ciudadanía en general y otra a la militancia del partido terminaron favoreciendo a Valencia.
El proceso interno estuvo marcado por una competencia intensa. Inicialmente cinco precandidatos buscaban la nominación: Valencia, Cabal, Paola Holguín, Miguel Uribe Turbay y Andrés Guerra. Con el paso de los meses, la baraja se redujo a una terna de senadoras, y finalmente Valencia se impuso. Tras su elección, la congresista rindió homenaje a la memoria de Miguel Uribe, asesinado meses atrás, asegurando que sus ideas seguirán representadas en el partido.
Con esta designación, el Centro Democrático se prepara para las consultas interpartidistas previstas para marzo, en las que Valencia podría medirse con otros aspirantes de sectores como el Partido Liberal, Cambio Radical y el Conservador. Su perfil, centrado en temas de seguridad, justicia y economía, la convierte en una de las figuras más visibles de la oposición al gobierno de Gustavo Petro.
La candidatura de Paloma Valencia abre un nuevo capítulo en la política colombiana. Enfrentará a rivales como Iván Cepeda y Abelardo De La Espriella, quienes lideran las encuestas en otros sectores, en una contienda que promete ser reñida y que marcará el rumbo del país en los próximos años.
