El estadio Roberto Meléndez fue testigo de una noche que rozó lo escandaloso, Junior aplastó 3-0 a Deportes Tolima en el primer duelo de la final de la Liga BetPlay. Con un José Enamorado desatado y una defensa visitante hecha trizas, el tiburón dejó la serie prácticamente liquidada antes de viajar a Ibagué. La fiesta en Barranquilla estuvo marcada por goles, bengalas y un ambiente de locura total.
El arranque fue un golpe directo al orgullo tolimense: apenas cinco minutos bastaron para que Enamorado destrozara a dos defensores y colgara el balón en el ángulo. El conjunto pijao, que llegaba con la mejor defensa del torneo, se vio irreconocible y sin respuesta ante la avalancha rojiblanca.
En cuatro minutos de furia, Junior convirtió el partido en una pesadilla para su rival. Paiva y Castrillón se combinaron para el segundo tanto, y poco después, otra genialidad de Enamorado puso el 3-0 que recordó viejas goleadas históricas en finales. Tolima quedó expuesto, sin reacción y con la sensación de que la noche podía terminar aún peor.
La desesperación visitante se reflejó en la expulsión de Guzmán tras un cabezazo sin balón, dejando a su equipo con diez y con el marcador en contra. Aunque intentaron resistir y buscar un descuento, la diferencia ya parecía irreversible. Junior firmó su mejor actuación del semestre y dejó a Tolima con una herida que arde: tres goles que pesan como sentencia antes del último capítulo en Ibagué.
