En medio de un Consejo de Ministros realizado esta semana, el presidente Gustavo Petro sorprendió al anunciar que envió una invitación formal a Donald Trump para que visite Colombia. Según explicó, su intención es mostrarle de primera mano los avances en la lucha contra las guerrillas y el narcotráfico, dos temas que han marcado la agenda nacional y que también generan debate internacional.
El mandatario colombiano aseguró que quiere que Trump conozca directamente los operativos y resultados que se han logrado en los últimos meses. La invitación se da en un contexto de tensiones políticas, pues el presidente estadounidense ha lanzado críticas sobre la situación del narcotráfico en el país. Petro, en respuesta, busca abrir las puertas y enseñar lo que considera avances significativos en seguridad y control territorial.
La propuesta ha generado conversación en redes sociales y en la opinión pública, ya que no es común que un presidente colombiano extienda este tipo de invitaciones a un líder extranjero con el que existen diferencias. El gesto, más allá de lo protocolario, refleja la intención de Petro de defender su gestión y mostrar que Colombia está trabajando para enfrentar problemas históricos que afectan a la ciudadanía y su reputación internacional.
