Durante la conmemoración de la Masacre de las Bananeras, el mandatario pidió a los soldados norteamericanos no obedecer órdenes que violen la Constitución ni los derechos humanos. Su discurso mezcló memoria histórica con la amenaza latente de intervención militar en el Caribe.
El mensaje llega en un momento crítico para las relaciones bilaterales. Colombia suspendió la cooperación de inteligencia tras recientes ataques de embarcaciones estadounidenses en aguas caribeñas. Petro insistió en que la soberanía nacional no puede ser vulnerada y que la obediencia ciega a mandatos externos representa un riesgo para la región.
Para algunos, el presidente busca marcar distancia frente a la influencia extranjera; para otros, se trata de un pulso político que podría tener consecuencias imprevisibles en la estabilidad regional. La controversia ya se viralizó en redes sociales.
