El ministro del Interior, Armando Benedetti, encendió la polémica al revelar que su celular habría sido intervenido con el software espía Pegasus, una herramienta de origen israelí conocida por infiltrar dispositivos y acceder a micrófono, cámara y archivos con una sola llamada. Según explicó, un investigador privado contratado por él, analizó su celular durante toda una noche y encontró rastros de esta presunta intrusión.
El hallazgo, que aún no cuenta con confirmación oficial, generó preocupación sobre la seguridad digital de altos funcionarios y la protección de las comunicaciones oficiales. Benedetti aseguró que pondrá el informe en manos de la Fiscalía para que se adelanten las investigaciones, mientras expertos advierten que Pegasus ha sido utilizado en varios países para espiar a periodistas, activistas y políticos de oposición.
Este nuevo episodio reaviva el debate sobre el uso de tecnologías de espionaje en Colombia y la confianza en las instituciones encargadas de la inteligencia. La denuncia del ministro no solo abre interrogantes sobre quién estaría detrás de la supuesta intervención, sino que también pone sobre la mesa la urgencia de reforzar los sistemas de seguridad digital del Estado para evitar que las comunicaciones oficiales queden expuestas.
