El Banco Agrario, sexta entidad con más utilidades del país y el banco público con mayores activos, enfrenta un nuevo escándalo que podría salpicar al presidente Gustavo Petro y a la primera dama Verónica Alcocer. Documentos internos y correos electrónicos revelan que empresas de la familia Alcocer han solicitado millonarios créditos y han sido beneficiadas con contratos de arrendamiento, en medio de advertencias de funcionarios sobre el alto riesgo reputacional que estas operaciones implican para la entidad.
La investigación de Mañanas Blu 10:30 muestra que María Teresa y Juan Carlos Alcocer, hermanos de Verónica, son accionistas mayoritarios de compañías como PRAGA Servicios Inmobiliarios S.A. y FEMA Reforestaciones S.A.S., que estructuraron negocios inmobiliarios por más de 8.000 millones de pesos. Aunque algunos créditos no han sido desembolsados por las alertas internas, sí se aprobó uno de 898 millones para una empresa vinculada directamente a FEMA.
Los documentos revisados por el área comercial del banco advierten sobre antecedentes cuestionables de los Alcocer y de Carlos Gutiérrez, esposo de María Teresa, relacionados en investigaciones periodísticas con los Panamá Papers y con el empresario Alex Saab. Funcionarios solicitaron abstenerse de aprobar los créditos, argumentando que el riesgo reputacional para el Banco Agrario sería demasiado alto.
Hasta ahora, no se ha comprobado delito alguno, pero el caso abre un debate ético sobre el uso de la banca pública para negocios inmobiliarios de familiares de la primera dama. La cercanía de Hernando Chica Zuccardi, presidente del Banco Agrario, con Verónica Alcocer quien habría promovido su llegada al cargo en 2022 añade un ingrediente político que convierte este episodio en un nuevo foco de controversia alrededor del Gobierno Petro.
