Abelardo de la Espriella sorprendió al presentarse como “el candidato de los pobres”. Con un discurso cargado de autoridad y sensibilidad social, asegura que no le debe favores a nadie y que su campaña, autofinanciada, nace desde las calles para escuchar a quienes más lo necesitan.
Con frases que generan tanto apoyo como polémica, como “Es más fácil que un rico ayude a un pobre que al revés”, De la Espriella ha logrado captar la atención de sectores populares y al mismo tiempo despertar escepticismo entre quienes lo ven como un abogado de élite intentando convertirse en líder popular.
Su recorrido por zonas golpeadas por la violencia y la pobreza lo ha colocado en el centro del debate nacional. Allí, con un estilo desafiante y directo, busca conectar con comunidades olvidadas, contrastando con la imagen sofisticada que lo ha acompañado en su carrera como jurista.
