La Defensoría del Pueblo confirmó la muerte de seis menores de edad en un bombardeo militar contra un campamento de las disidencias de las FARC, lideradas por alias “Iván Mordisco”, en el departamento del Guaviare. Según la defensora del Pueblo, Iris Marín, los niños eran víctimas de reclutamiento forzado y se encontraban dentro del campamento al momento de la ofensiva.
De acuerdo con la información oficial, el operativo fue autorizado por el presidente Gustavo Petro y ejecutado por las Fuerzas Militares en coordinación con el Ministerio de Defensa. El objetivo de la operación era golpear la estructura armada de las disidencias, lo que derivó en la muerte de 19 combatientes, además de la captura de un integrante y la recuperación de algunos menores reclutados.
Sin embargo, la presencia de niños en el lugar ha desatado fuertes cuestionamientos sobre la planificación, los protocolos aplicados y los riesgos asumidos en este tipo de acciones.
Organizaciones de derechos humanos han exigido claridad sobre lo ocurrido y una investigación exhaustiva que determine responsabilidades. La muerte de los menores reabre el debate nacional sobre los límites del uso de la fuerza en operaciones militares y la protección de la población civil en medio del conflicto armado.
Líderes sociales advierten que este tipo de hechos profundizan la crisis humanitaria en regiones como el Guaviare, donde las comunidades siguen atrapadas entre la violencia de los grupos ilegales y las acciones de la fuerza pública.
