El presidente Gustavo Petro anunció el pasado 13 de noviembre que Colombia dejará de compartir información de inteligencia con agencias de seguridad de Estados Unidos. La medida fue tomada como respuesta a los bombardeos ordenados por Donald Trump contra embarcaciones vinculadas al narcotráfico en el Caribe y el Pacífico, ataques que dejaron más de 70 muertos y que Petro calificó como “ejecuciones extrajudiciales”. El anuncio, hecho en la red social X, generó reacciones inmediatas en Washington.
Uno de los más duros pronunciamientos vino del congresista republicano Mario Díaz-Balart, quien aseguró que la decisión de Petro “solo beneficia a los narcotraficantes” y acusó al mandatario colombiano de poner en riesgo la histórica cooperación entre ambos países. En declaraciones a NTN24, el político cuestionó la suspensión del intercambio de información y señaló que se trata de un paso más en la ruptura de la relación bilateral.
Este año, Estados Unidos retiró a Colombia de la lista de aliados en la lucha antidrogas, revocó la visa de Petro y de varios funcionarios, y recortó ayudas financieras. Mientras tanto, el presidente colombiano defiende su gestión asegurando que su gobierno ha realizado las mayores incautaciones de cocaína en la historia, y critica a EE. UU. por no reducir la demanda interna de la droga.
