El pasado 3 de noviembre, la rutina en la cárcel de Viçosa, en Minas Gerais, se convirtió en noticia mundial. Un grupo de internos realizaba labores de limpieza bajo la mirada de los guardias cuando, de repente, uno de ellos soltó las bolsas y salió corriendo a toda velocidad. La escena, captada en video, muestra cómo el hombre logró burlar la vigilancia y desaparecer del lugar sin que los funcionarios pudieran detenerlo.
El fugitivo fue identificado como Luiz Carlos Silva Santana Junior, de 33 años, quien habría corrido unos metros hasta subirse a una motocicleta que lo esperaba afuera del penal. Pese a la reacción inmediata de un guardia, el intento de captura fue nulo. Las autoridades confirmaron que Silva Santana Junior ya tenía seis ingresos previos al sistema penitenciario desde 2015, lo que agrava aún más su situación judicial.
La fuga encendió las alarmas sobre la seguridad en la prisión, más aún porque apenas una semana después otro interno logró escapar en circunstancias similares. Las dos evasiones en menos de diez días han generado fuertes críticas a la administración del penal y preocupación en la región. Mientras tanto, los videos del escape circulan en redes sociales, donde miles de usuarios cuestionan cómo fue posible que los presos se les escaparan de manera tan sencilla.
