En junio de 2017, los micrófonos de La W Radio fueron testigos de uno de los debates más intensos de la política colombiana reciente. Moderado por la periodista Vicky Dávila, el encuentro entre los senadores Iván Cepeda y María Fernanda Cabal dejó al descubierto las profundas divisiones ideológicas que han marcado el rumbo del país desde el proceso de paz con las FARC.
Durante el debate, Cepeda defensor del acuerdo de paz y reconocido por su trabajo en derechos humanos exigió “respeto” para los excombatientes de las FARC, negando que la guerrilla hubiera reclutado menores de edad. Cabal, férrea opositora del acuerdo y representante del uribismo, respondió con contundencia: “No me pida respetar a quienes reclutan niños. En los computadores de Julián Colorado están las pruebas”, haciendo referencia a evidencias encontradas en operativos militares.
Este intercambio no fue un hecho aislado. A lo largo de los años, Cepeda y Cabal han protagonizado múltiples enfrentamientos públicos, reflejo de una polarización que ha escalado desde el Congreso hasta las redes sociales. Sus posturas irreconciliables sobre el conflicto armado, el papel de las fuerzas militares, y la justicia transicional han convertido sus disputas en símbolos de dos visiones opuestas de país.
Hoy, ambos senadores han dado el salto a la arena presidencial. Iván Cepeda, cercano al Pacto Histórico, representa una izquierda que busca consolidar los avances del proceso de paz y profundizar reformas sociales. María Fernanda Cabal, por su parte, encarna una derecha que promete “mano dura” contra el crimen, defensa de la propiedad privada y reversar aspectos del acuerdo con las FARC.
