Vicky Dávila se queda sin gerente de campaña y sin jefa de debate

La campaña presidencial de Vicky Dávila enfrenta una crisis interna tras la supuesta salida de dos de sus figuras más influyentes: Sandra Suárez, gerente de campaña, y Alicia Arango, jefa de debate. Ambas mujeres, con estrechos vínculos al expresidente Álvaro Uribe, representaban el ala más tradicional del uribismo dentro del equipo de Dávila. Suárez fue ministra de Ambiente en el primer gobierno de Uribe y dirigió la revista Semana durante siete años, mientras que Arango fue ministra de Trabajo y embajadora ante la ONU durante el mandato de Iván Duque.

La tensión entre Dávila y el Centro Democrático no es nueva. La cercanía de Arango con la periodista generó incomodidad en el partido, que ya había tenido roces con ambas estrategas. La salida confirmada por algunos medios y negada por otros se da en un momento clave, cuando Dávila lideraba la narrativa de la derecha con una estrategia basada en tres pilares: imagen de outsider, confrontación política y un equipo económico sin economistas.

Este episodio pone en evidencia las fracturas internas dentro de las campañas de derecha y plantea dudas sobre la cohesión del proyecto político de Vicky Dávila. Mientras algunos sectores interpretan las renuncias como una pérdida de confianza en su liderazgo, otros señalan que podría tratarse de una reconfiguración estratégica.