En plena calle del centro de Bogotá, una joven habitante en condición de calle dormía sobre una acera cuando un hombre se acercó, aparentemente con intenciones de molestarla. Lo que nadie esperaba era que su perro, que permanecía acostado junto a ella, se levantara de inmediato y se pusiera frente a su cuerpo para impedir cualquier agresión. El momento fue presenciado por varios transeúntes, quienes quedaron impactados por la reacción del animal.
El perro, se mantuvo firme entre su dueña y el desconocido, como si supiera que debía protegerla. La escena duró apenas unos segundos, pero bastó para que quienes estaban cerca entendieran el vínculo profundo que existe entre ambos. Algunos testigos comentaron que, aunque viven en condiciones duras, el amor que el perro demuestra es puro, constante y sin condiciones.
Este episodio se ha compartido en redes como ejemplo de lealtad y humanidad en medio de la indiferencia urbana. La joven, que no se despertó durante el incidente, siguió descansando mientras su compañero de cuatro patas vigilaba en silencio.