En una declaración que no pasó desapercibida, la representante a la Cámara Katherine Miranda reconoció públicamente su arrepentimiento por haber apoyado a sectores cercanos al presidente Gustavo Petro. El pronunciamiento lo hizo esta semana a través de sus redes sociales, donde aseguró que “el país no resiste otro gobierno que destruya la confianza, la economía y la esperanza de la gente”. Sus palabras generaron revuelo tanto entre seguidores como detractores del actual Gobierno.
Miranda, quien en su momento fue cercana al proyecto político del Pacto Histórico, dejó claro que no volverá a respaldar a figuras afines al presidente. “Aprendí la lección”, escribió, al tiempo que defendió su derecho a rectificar y asumir públicamente su error. La representante también insistió en que querer a Colombia implica tener el coraje de reconocer cuando uno se equivoca, y no repetir decisiones que, según ella, han afectado al país.
El mensaje ha sido interpretado como una ruptura definitiva con el petrismo y un llamado a la autocrítica dentro del Congreso. Aunque no mencionó nombres puntuales, su postura marca distancia con el oficialismo en un momento clave del debate político. La reacción en redes no se hizo esperar: mientras algunos aplauden su sinceridad, otros la acusan de oportunismo.