Una EPS cobró 600 mil millones por 50 mil pacientes que ya habían fallecido

La reforma a la salud del gobierno Petro volvió a explotar en la Comisión VII del Senado, donde el debate terminó en acusaciones, gritos y señalamientos por corrupción. El proyecto, que lleva más de un año empantanado, quedó otra vez frenado y ahora salpicado por denuncias que involucran a poderosas EPS y figuras políticas.

El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, acusó al Congreso de sabotear el debate con “trampas y maniobras” para evitar que el proyecto avance. La sesión fue suspendida luego de que la senadora Nadia Blel exigiera el aval fiscal del Ministerio de Hacienda, lo que fue interpretado por el Gobierno como una jugada para seguir retrasando la reforma.

Pero el momento más explosivo llegó cuando el senador Wilson Arias aseguró que detrás de la ponencia alternativa, presentada por la senadora Norma Hurtado, estarían intereses privados: señaló a Sura de cobrar más de 600 mil millones de pesos por procedimientos médicos a más de 50.000 personas que ya estaban muertas. También acusó a Keralty de financiar a políticos que hoy frenan la reforma.

El presidente Gustavo Petro se sumó a la denuncia, afirmando que quienes se oponen al proyecto lo hacen para proteger “vagabunderías con la plata del pueblo”. La próxima semana continuará el debate, pero ya muchos en redes lo llaman “el peor escándalo de la salud en años” y eso apenas empieza.