El escándalo golpea de nuevo al fútbol colombiano. El Ministerio del Trabajo ordenó suspender todas las actividades del Deportivo Pereira tras comprobar graves retrasos en los pagos a jugadores y empleados. La medida deja al club en jaque y sin poder disputar partidos oficiales hasta nuevo aviso.
El ministro Antonio Sanguino fue quien dio el golpe sobre la mesa, asegurando que el club incumplió con salarios, primas y aportes a seguridad social. La sanción se mantendrá hasta que el equipo se ponga al día con todos los compromisos laborales, o de lo contrario, enfrentará consecuencias más graves.
Como si fuera poco, el Ministerio del Deporte también entró en la jugada, dándole al club apenas diez días hábiles para demostrar que no está en mora con sus pagos. Si no lo hace, podría perder el reconocimiento deportivo y quedar fuera de la primera división del fútbol colombiano.
Mientras tanto, los jugadores profesionales mantienen un cese de actividades y los últimos partidos han sido jugados por la nómina Sub-20, con resultados desastrosos.