El contratista Emilio Tapia, recordado por ser el cerebro detrás del escándalo de Centros Poblados, volvió a caer en manos de las autoridades. Agentes de la DIJIN lo capturaron en Barranquilla luego de que un juez revocara su libertad condicional y ordenara que cumpliera su condena completa por corrupción.
Tapia, quien ya había sido señalado por múltiples casos de contratos amañados con el Estado, fue sorprendido por los agentes en medio de un fuerte operativo. Tras su captura, fue trasladado de urgencia a una clínica, donde alegó problemas de hipertensión justo antes de ser llevado a prisión.
El empresario deberá responder por delitos como cohecho, enriquecimiento ilícito e interés indebido en la celebración de contratos. El Juzgado 15 de Bogotá había ordenado su captura desde el 10 de octubre, pero solo hasta el 31 se logró hacer efectiva.
El caso de Centros Poblados sigue siendo uno de los mayores escándalos de corrupción en la historia reciente del país. Tapia, quien alguna vez se mostró como un hombre “arrepentido y regenerado”, terminó demostrando que la cárcel no cambia a todos: a veces, solo les da tiempo para planear el siguiente negocio.