Este viernes 31 de octubre, agentes de la Unidad Anticorrupción de la Dijín, con apoyo de la Fiscalía General de la Nación, recapturaron en Barranquilla a Emilio Tapia Aldana, contratista señalado en múltiples escándalos de corrupción y esposo de la excongresista Saray Robayo Bechara. La detención se realizó para que Tapia cumpla una condena de 17 años de prisión, relacionada con el caso Centros Poblados y la manipulación de pólizas en contratos de Emcali.
La recaptura se da semanas después de que el Juzgado 15 Penal del Circuito de Bogotá revocara la libertad condicional que le había sido otorgada en abril por un juzgado de ejecución de penas en Barranquilla. El nuevo fallo judicial, emitido en octubre, ordenó al Centro de Servicios Judiciales y al Inpec que se hiciera efectiva la detención, lo que se concretó en horas de la tarde de este viernes.
Tapia, conocido como “el zar de la contratación”, ha sido protagonista de algunos de los casos más sonados de corrupción en Colombia, incluyendo la red de sobrecostos y falsificación de garantías en contratos públicos. Su nombre ha estado vinculado a irregularidades en el manejo de recursos destinados a conectividad rural, así como a contratos en el sector eléctrico y tecnológico.
La captura reactiva el debate sobre la reincidencia en delitos contra el Estado y la efectividad de las medidas judiciales frente a figuras que, pese a sus antecedentes, han logrado beneficios penitenciarios. Para muchos ciudadanos, este nuevo capítulo representa una oportunidad para que la justicia actúe con firmeza y se recupere parte de la credibilidad institucional perdida.