En medio de una transmisión religiosa que se volvió viral, un pastor evangélico causó revuelo al anunciar que su congregación debía reunir un millón de dólares en ofrendas y diezmos durante el mes. Lo que más llamó la atención fue su llamado a los fieles a vender sus pertenencias sin miedo, asegurando que “entre más den, el Señor se lo devuelve todo por cien”. La declaración generó una ola de reacciones en redes sociales, donde muchos cuestionan el uso de la fe para promover sacrificios económicos extremos.
El mensaje fue compartido desde una iglesia en donde el líder religioso se dirigió a sus seguidores con tono firme y emotivo. “No se apegue a nada material”, insistió, mientras animaba a los asistentes a desprenderse de bienes personales como muestra de obediencia espiritual. Aunque algunos lo respaldaron, otros lo acusaron de manipular emocionalmente a la comunidad para obtener beneficios financieros.
Expertos en libertad de culto advierten que, si bien cada comunidad tiene autonomía, es necesario vigilar que no se vulneren derechos ni se promuevan actos que puedan poner en riesgo el bienestar de los creyentes. La fe, dicen muchos usuarios, no debería convertirse en una excusa para exigir sacrificios desmedidos.