La paciencia se acabó en San Antero. Luego de varias denuncias ciudadanas por los cambios arbitrarios en el diseño original del malecón de la bahía de Cispatá, la comunidad decidió actuar por su cuenta y quitar los muelles flotantes instalados recientemente, exigiendo que se construyan en madera, como fue pactado en el contrato y mostrado en los videos promocionales del proyecto.
El malecón, que se ejecuta con recursos del Gobierno Nacional dentro del plan Golfo de Morrosquillo, ha sufrido modificaciones que generan preocupación y desconfianza entre los habitantes, quienes aseguran que lo que se está construyendo no corresponde al diseño que se socializó inicialmente.
“El alcalde Dennys Chica debe darle la cara al pueblo y explicar qué pasó con la plata del malecón. San Antero no está para que sigan metiéndole la mano al bolsillo a la gente”, expresó un ciudadano indignado durante la protesta.
Los sananteranos afirman sentirse engañados, pues las estructuras flotantes instaladas son más propias de lagunas, no de una bahía marina, y denuncian que el cambio afecta tanto la funcionalidad como la estética del proyecto. Además, reclaman transparencia sobre los contratos y supervisión de la obra.
Mientras tanto, el silencio de la administración municipal aumenta la molestia. “El presidente Duque nos dejó un malecón para la historia, pero lo que nos deja esta alcalde es otro monumento al engaño y la corrupción”, señalan los habitantes.
La comunidad exige la intervención de los entes de control para verificar las irregularidades y garantizar que los recursos públicos sean invertidos tal como fueron aprobados