La pelea entre el presidente Gustavo Petro y el congresista estadounidense Carlos Giménez se salió de control esta semana en redes sociales. Todo comenzó tras una entrevista con el periodista Daniel Coronell, donde Petro lanzó fuertes críticas contra Donald Trump y aseguró que Colombia no está bajo su mando. Giménez no se quedó callado y respondió con insultos que cuestionaban la salud mental del mandatario colombiano, lo que desató una seguidilla de trinos cargados de sarcasmo y ataques personales.
El cruce más polémico ocurrió cuando Giménez escribió que Petro “debería ir a rehabilitación” y lo acusó de publicar “sandeces” bajo el efecto de drogas. Petro, por su parte, respondió con una frase que se viralizó: “El insulto indica el tamaño del cerebro, entre más insulto, menos cerebro”. Pero el congresista redobló la apuesta y le dijo que “su cerebro ya debe estar hueco”, encendiendo aún más el ambiente.
Mientras Petro insiste en que sus palabras fueron malinterpretadas, Giménez lo acusa de amenazar la estabilidad de su país. Lo cierto es que el conflicto ya no es solo político: se ha vuelto personal, y cada nuevo trino parece echarle más leña al fuego.