La Casa Blanca anunció el retiro de toda ayuda financiera a Colombia, acusando al gobierno de Gustavo Petro de permitir el auge del narcotráfico. El presidente Donald Trump calificó a Petro como “líder narcotraficante” y confirmó que también impondrá aranceles a productos colombianos. La tensión entre ambos países alcanzó niveles críticos tras un ataque naval en el Caribe.
Petro respondió con dureza, acusando a Trump de ignorancia y defendiendo su gestión frente al narcotráfico. Aunque Colombia sigue siendo el mayor productor de cocaína, el mandatario asegura que los cultivos han disminuido y que las cifras de la ONU tienen fallas metodológicas. La guerra de declaraciones se suma a una ruptura diplomática sin precedentes.
Legalmente, Trump no puede eliminar por completo la ayuda sin el visto bueno del Congreso, pero sí puede congelarla o redirigirla mediante decretos. Ya lo hizo en su primer mandato con países centroamericanos, y ahora repite la fórmula con Colombia. La pérdida del estatus de “aliado estratégico” bloquea automáticamente varios programas de cooperación.
Aunque el Congreso podría revertir la decisión, la mayoría republicana complica el panorama. La suspensión, aunque temporal, afectaría gravemente los programas de erradicación, justicia y seguridad conjunta. Colombia, que recibió más de 740 millones de dólares en 2023, enfrenta ahora un futuro incierto en su relación con Washington.