El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, lanzó una advertencia tras los disturbios registrados en Bogotá, donde manifestantes del Congreso de los Pueblos e integrantes de comunidades indígenas llegaron hasta la Embajada de Estados Unidos. Cuatro policías resultaron heridos por flechas, y según Gutiérrez, lo ocurrido no fue una simple protesta, sino “una guerrilla urbana” que busca desestabilizar el país. En su opinión, hay una estrategia para prenderle fuego a las ciudades gobernadas por la oposición, y lo que pasó en Bogotá, Cali y Medellín sería solo el comienzo.
La tensión aumentó cuando el presidente Gustavo Petro anunció la salida del director de la Policía, el general Carlos Triana, por presuntas fallas en el operativo donde fueron asesinados 13 agentes en Amalfi, Antioquia. Gutiérrez no se guardó nada y acusó al Gobierno de debilitar sistemáticamente a la Fuerza Pública y de entregar el país a grupos armados como las FARC, el ELN y el Clan del Golfo. “El único responsable de esas muertes es Petro”, dijo, recordando que alias Calarcá, señalado por el ataque, fue liberado por orden del Ejecutivo mientras era trasladado por la UNP.
Para Gutiérrez, lo que está en juego no es solo la seguridad, sino la institucionalidad misma. “Ya activaron las primeras líneas”, advirtió, en referencia a los grupos que, según él, están detrás de los desmanes. El alcalde aseguró que no se dejará intimidar y que resistirá desde Medellín.