La campaña presidencial de Abelardo De La Espriella vivió un momento tenso tras denunciar públicamente dos ataques violentos contra miembros de su equipo. Según el candidato, el vehículo de Luis Naranjo, coordinador regional, fue baleado en circunstancias aún bajo investigación, mientras que el carro de Juan Carlos Santamaría, otro integrante del movimiento, fue incendiado en horas de la noche.
De La Espriella responsabilizó directamente al presidente Gustavo Petro, acusándolo de usar señalamientos como “paramilitar” para justificar una escalada de violencia política. En un comunicado difundido en sus redes, el candidato aseguró que “la mafia que nos desgobierna desató su furia” y que estos ataques no lo harán retroceder. El tono del mensaje fue desafiante, apelando a la unión ciudadana y al rechazo de lo que él llama “la tiranía”. Hasta el momento, las autoridades no han emitido un pronunciamiento oficial sobre los hechos.
La campaña del abogado ha ganado fuerza en las últimas semanas, posicionándose como líder en intención de voto según la encuesta del Centro Nacional de Consultoría publicada el 9 de octubre. Su discurso directo, su cercanía con la gente y sus propuestas de reforma judicial y orden público han calado en sectores que buscan un cambio radical. A pesar de los ataques, De La Espriella insiste en que no se dejará intimidar y que seguirá recorriendo el país “firmes por la patria”.