El presidente Gustavo Petro anunció la incautación de 2,7 toneladas de cocaína en aguas del Pacífico colombiano. El operativo, realizado por la fuerza pública, logró interceptar una lancha rápida que se dirigía hacia Costa Rica, sin necesidad de disparos ni confrontaciones. “Sin matar a nadie. Sin disparar misiles”, escribió Petro en su cuenta de X, en lo que muchos interpretaron como una crítica directa al gobierno de Donald Trump por sus recientes bombardeos en el Caribe.
La tensión entre ambos países se ha intensificado luego de que Estados Unidos confirmara la destrucción de al menos tres embarcaciones, en las que murieron 21 personas señaladas de narcotraficantes. Petro, por su parte, denunció que una de esas lanchas sería colombiana y que entre los fallecidos habría ciudadanos del país. “No hay una guerra contra el contrabando, hay una guerra por el petróleo”, afirmó el mandatario, quien llevó el tema hasta la Asamblea General de la ONU, comparando la situación con lo que ocurre en la Franja de Gaza.
El diario The New York Times respaldó parte de la denuncia, citando a dos funcionarios estadounidenses que admitieron la presencia de colombianos en una de las embarcaciones destruidas. Mientras el gobierno de EE. UU. pidió una rectificación por las declaraciones de Petro, el presidente colombiano insiste en que la lucha contra el narcotráfico debe hacerse sin violencia y con respeto a los derechos humanos.