La tensión entre Colombia y Estados Unidos se intensificó luego de que el congresista republicano Carlos Giménez acusara públicamente al presidente Gustavo Petro de minimizar la existencia del Cártel de los Soles, una organización que Washington considera vinculada al narcotráfico y al régimen de Nicolás Maduro. “Acaba de firmar su propia sentencia”, advirtió Giménez, tras el mensaje de Petro en X donde aseguró que dicho cartel “no existe, que es la excusa ficticia de la extrema derecha para derribar gobiernos que no les obedecen”.
Por otro lado, en una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, el embajador estadounidense Mike Waltz lanzó duros señalamientos contra el gobierno colombiano, acusándolo de “socavar el progreso hacia una paz duradera” y de aplicar políticas de seguridad “fracasadas e irresponsables” que han generado más violencia e inestabilidad en el país. Waltz también pidió priorizar la lucha contra los “grupos narcoterroristas” y cuestionó la retórica internacional de Petro, calificándola de “incendiaria”.
Petro respondió desde sus redes sociales, afirmando que “si la verdad cuesta la cárcel, preso voy”. Además, solicitó “respetuosamente” al gobierno de Estados Unidos que no se entrometa en la política interna de Colombia, defendiendo la soberanía del país frente a las críticas recibidas en la ONU. Mientras tanto, más de 500 personas en EE. UU. firmaron una carta rechazando su comportamiento durante su visita oficial, donde fue tildado de “agresivo activista” por incitar a soldados estadounidenses a desobedecer órdenes.