Una protesta pro Palestina en el sector de El Poblado, Medellín, terminó en enfrentamientos entre manifestantes y funcionarios del equipo de seguridad de la Alcaldía. Según el alcalde Federico Gutiérrez, sus gestores intervinieron para proteger a familias y niños que estaban en un McDonald’s cuando se presentaron actos de intimidación. Sin embargo, el presidente Gustavo Petro reaccionó al día siguiente ordenando la disolución de los llamados “grupos de acción directa” y solicitando una investigación penal por presunto uso excesivo de la fuerza.
Petro calificó a estos equipos como “creados por el fascismo” y aseguró que no deben intervenir en manifestaciones ciudadanas. A través de su cuenta de X, el mandatario pidió a la Policía Nacional abstenerse de atacar a la ciudadanía y respetar sus derechos. La Defensoría del Pueblo también se pronunció, solicitando que se evalúe si hubo violaciones a los derechos humanos por parte de los funcionarios locales. Mientras tanto, Gutiérrez defendió la actuación de su equipo y acusó al Gobierno nacional de querer debilitar la capacidad de Medellín para enfrentar el vandalismo.
El cruce de declaraciones entre Petro y Gutiérrez ha encendido el debate político, con sectores que respaldan la intervención del alcalde y otros que critican el uso de fuerza en medio de una protesta pacífica. En redes sociales, usuarios expresaron su apoyo a Gutiérrez con mensajes como “Medellín sí tiene alcalde”, mientras el Gobierno insiste en que se debe garantizar el derecho a la manifestación sin represión.